EXPERIENCIAS DE VINCULACIÓN ACADEMIA-INDUSTRIA ADOPTANDO LA FILOSOFÍA DE LA TRIPLE HÉLICE

Resumen

Actualmente existen en México más de 900 programas educativos de ingeniería acreditados nacionalmente y un número creciente de instituciones están evolucionando hacia estándares globales y buscando el reconocimiento internacional, al tiempo que se evoluciona de modelos basados en contenidos a los basados en competencias. Estos avances van aparejado por esfuerzos por incorporar metodologías vanguardistas en la enseñanza de la ingeniería, que sin embargo parece ser todavía esencialmente tradicionalista. El ecosistema industrial que prevalece y evoluciona de manera constante en la región norte del país y en particular en el estado de Nuevo León proporciona un escenario muy promisorio para el desarrollo de una vinculación efectiva entre sectores clave de la sociedad. La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y en un caso de éxito la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME), ha desarrollado efectivos mecanismos de cooperación con el sector industrial y gubernamental que permitan adoptar el concepto de la triple hélice con la firme intención de formación de capital humano acorde a las necesidades y perfiles requeridos. La FIME ha sumado esfuerzos a través de la consolidación de acuerdos de cooperación con empresas de nivel internacional, lo que ha resultado en un número significativo de proyectos de investigación básica y aplicada, así como de innovación tecnológica. Los cuales se han beneficiado de la aplicación a fondos institucionales, estatales y federales de organismos tales como la misma UANL, el Instituto de Innovación y Transferencia de Tecnología( I2T2) a nivel estatal, la Secretaría de Economía, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología( CONACYT) a nivel federal, etc. En este trabajo se discuten dos exitosas experiencias concretas de colaboración bajo este modelo, en las que la industria ha estado representada por dos empresas de perfil internacional, la FIME ha contribuido con sus profesores, estudiantes, programas e infraestructura y el sector gubernamental ha aportado estímulos y becas. En un primer caso relacionado con la industria metalmecánica se ha logrado implementar un proyecto estructurado en el que se han formado doctores y maestros en ciencias que han desarrollado tecnología de la mano con tecnólogos de la empresa, en un segundo caso relacionado con la manufactura de componentes automotrices, se ha logrado desarrollar altas capacidades a través de la investigación de los fenómenos implícitos en la fabricación de sofisticadas tarjetas de circuitos impresos, al tiempo que se desarrollan especialistas tecnólogos de nivel de maestría y doctorado. Como resultados concretos de estos dos casos específicos, se han formado tres doctores y cinco maestros en ciencias, se han presentado más de diez trabajos en foros nacionales e internacionales y se han publicado cinco artículos científicos. Estamos convencidos de que este modelo de la triple hélice sinergiza los esfuerzos de colaboración, optimiza recursos y garantiza la pertinencia del desarrollo de competencias en los estudiantes tanto de licenciatura como de posgrados en ingeniería que los facultan para enfrentar los retos globales.